Objetivos
El organismo humano ha puesto a punto tres mecanismos para transformar la energía proporcionada por los alimentos y posibilitar su aprovechamiento a través de las células musculares.
Al realizar un ejercicio físico, durante los primeros segundos, la energía se ve liberada de forma anaeróbica por los fosfatos energéticos almacenados en el músculo; inmediatamente después, un segundo mecanismo complementario se encarga de aportar la energía mediante escisión anaeróbica del glucógeno de la célula muscular; por último, en el curso de los cuatro primeros minutos de cualquier ejercicio físico, se pone en marcha el tercer mecanismo que sustituye el aporte anaeróbico de energía por una oxidación aeróbica del glucógeno y de los ácidos grasos. Para lograr tal propósito, el oxígeno del aire ha de volver al músculo a través de la ventilación pulmonar y la circulación sanguínea, aseguradas ambas por el sistema cardiorrespiratorio.
Teniendo en cuenta estos datos fisiológicos fundamentales, pueden clasificarse los ejercicios físicos según su duración.
En todos los ejercicios de resistencia aeróbica (es decir, ejercicios con una duración superior a los 5 minutos), la capacidad aeróbica es, evidentemente, la que mayor importancia tiene. El objetivo de los tests de resistencia cardiorrespiratoria consiste en evaluar la potencia aeróbica, es decir, la capacidad de producir una actividad física continuada en la que el principal factor limitativo es la capacidad funcional del sistema cardiorrespiratorio, desde los pulmones hasta los músculos. Esta aptitud, que suele denominarse resistencia «general», es importante, si bien en grados muy variados, en la mayoría de las actividades en las que el individuo tiene que correr, así como en natación y ciclismo y, naturalmente, en atletismo, en la mayoría de los juegos de raqueta y todo tipo de actividad al aire libre. Es asimismo el aspecto de la aptitud física más directamente relacionado con el bienestar físico y el que determinará, en gran medida, la resistencia a la disminución de la actividad física a lo largo de la vida del individuo. Por consiguiente, es de vital importancia evaluar su desarrollo durante la infancia ya que dicha etapa de la vida es el mejor momento para adquirir el hábito del ejercicio.
2. Evaluación de este aspecto de la aptitud física
La principal dificultad de la evaluación de la resistencia aeróbica consiste en ajustarse a los criterios de objetividad. Es relativamente fácil elaborar tests cuya ejecución dependa principalmente de la función aeróbica. En cambio, es mucho más difícil concebir y aplicar una medición objetiva del rendimiento de resistencia aeróbica máxima. En laboratorio es posible medir el consumo máximo de oxígeno con un elevado grado de objetividad, siempre que se respeten minuciosamente los criterios de procedimiento en la evaluación. En el terreno, el test presenta la gran ventaja de poder realizarlo simultáneamente con varios niños y en un tiempo relativamente corto; por otra parte, los colegios suelen disponer del equipamiento necesario para ello.
El test más apropiado para medir la resistencia cardiorrespiratoria en el ámbito de la educación física escolar es, por tanto, el test de resistencia aeróbica de carrera ida y vuelta «course navette», ya que, a lo largo de los últimos años, ha demostrado un nivel de validez y fiabilidad tan bueno que ha superado por mucho el test de carrera de seis minutos recomendado por el manual provisional. Recordaremos que se trata de rendimiento máximo y que, para que sean válidas las mediciones, es fundamental que los sujetos estén motivados y entiendan muy claramente su responsabilidad personal en el esfuerzo que se les pide. Se recomienda a las personas encargadas de administrar el test que vigilen con más atención a los sujetos susceptibles de tener alguna dificultad en algún momento de la realización (por ejemplo, los niños obesos), con el fin de que no superen el límite de sus fuerzas cuando se les pide el esfuerzo máximo. Asimismo, los niños aquejados de catarros o cualquier otra afección benigna no deben someterse a este test.
Este test, que aplica el criterio de la capacidad de trabajo físico a 170 pulsaciones por minuto, se ha llevado ampliamente a la práctica internacionalmente durante varios años con jóvenes de ambos sexos, resultando plenamente satisfactoria su validez. De hecho, es el test preferido en términos generales para evaluar este aspecto de la aptitud física cuando las condiciones climatológicas y las instalaciones lo permiten.
3. Test de resistencia aeróbica de carrera ida y vuelta
(
Factor
Resistencia cardiorrespiratoria.
Descripción del test
Se trata de un test de aptitud cardiorrespiratoria en que el sujeto comienza la prueba andando y la finaliza corriendo, desplazándose de un punto a otro situado a 20 metros de distancia y haciendo el cambio de sentido al ritmo indicado por una señal sonora que va acelerándose progresivamente (hay que observar que son pocos los sujetos que logran concluir el test completo). El momento en que el individuo interrumpe la prueba es el que indica su resistencia cardiorrespiratoria.
Material requerido para el test
�un gimnasio, sala o espacio con cabida para una pista de 20 m de longitud;
�una cuerda de 20 m para medir la distancia;
�cinta adhesiva para el trazado de los pasillos;
�magnetófono:
�una cinta magnética previamente grabada del procedimiento.
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